Loros y Cacatuas

Los loros y las cacatúas son familia de un mismo orden, los psitaciformes. No todas las especies son aptas como mascotas.

Los loros se distinguen por tener colores más llamativos, mientras que las cacatúas se caracterizan por tener una cresta de plumas en la cabeza. La mayor parte de estas aves, pueden vivir hasta 60 años, por lo que hay que mentalizarse de convivir con ellas durante mucho tiempo, pero compensan con su divertida compañía, su alegre colorido y su capacidad de comunicación, sin olvidar que a veces son muy ruidosas.

Entre los loros mas parlanchines se encuentran el amazónico, el africano gris y el ecletus, que aunque también pueden hablar, tienen menos destreza.

A la hora de adquirir alguno hay que ir a una tienda especializada y comprobar que el plumaje presenta
buen aspecto y que no tienen síntomas de deterioro  como delgadez, apatía, mirada pérdida o dificultades
en la respiración.

Respecto a las jaulas necesitan mucho espacio, lo ideal es una jaula en la que puedan estirar completamente las alas y que la cola no toque el suelo cuando estén columpiándose. Es aconsejable que sean metálicas, porque suelen morder los barrotes. Habrá que ubicarla en un lugar tranquilo, pero donde se sientan acompañados y muy luminosos para conservar el colorido de su plumaje.

Los consejos del veterinario determinaran el tipo de alimentación según la especie.

Deben seguir una dieta variada, compuesta por semillas (alpiste, calabaza, sescuno y girasol), verduras y frutas frescas, piensos especiales y algún complejo vitamínico si es necesario. Entre los alimentos están prohibidos el chocolate, el aguacate y la sal, pues  para este tipo de aves son muy toxicas.

Conviene proporcionarles ramas verdes para desgasten el pico. Son mascotas activas y necesitan moverse. Se pueden colocar en la jaula juguetes, columpios, cuerdas, escaleras de madera, etc.…

Existen gimnasios de juegos en los colgarse y trepar. Es bueno alternar los juguetes para estimularles y vigilar que no tengan pequeños piezas que pueden ingerir.

Respecto a su primera palabra hay que tener paciencia y que no se estresen. El mejor método es dedicarle varias horas al día a hablar, estimulando su atención.

Primero con palabras cortas como “hola” o su nombre y a partir de ahí, asociando las palabras a acciones. Les resulta fácil imitar canciones o silbidos.

Nunca deben sentirse solos ya que si no les haces caso pueden tener comportamientos destructivos, ansiedad, emitir fuertes graznidos e incluso arrancarse las plumas para llamar la atención.

Por eso es importante establecer un estrecho vínculo con ellos. También es importante quitar cada día los restos de comida y excrementos de la jaula y limpiarla en profundidad periódicamente. Es importante rociar a las aves con agua una vez a la semana, ya que necesitan humedad.

Fuentes: Huellas